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Sunday, December 18, 2005

Atardecer Llanero


Atardecer
Originally uploaded by CarLeo.

San Fernando de Apure es una de las hermosas regiones que posee Venezuela, está ubicada en los Llanos, extensas sabanas que se pierden en el horizonte, donde la vegetación y la fauna tan variada, son de una belleza única y sobrecogedora.

Para algunos autores, el libro Carama de Igor Barreto,

es una crònica de San Fernando de Apure:

Mientras dure el poema

Para Seamus Heaney, lo que él llama "el sentido de pertenencia a un lugar", es uno de los rasgos de la buena poesía.
Y este es un rasgo notable, sin duda, en los dos últimos libros
de Igor Barreto:
La presencia nítida del llano apureño, esas tierras bajas donde
el mismo sitio puede ser, según la estación, sabana o laguna,
tierra o agua.
Ese paisaje irrumpe con fuerza en Crónicas llanas, de 1989,
en forma de diario de viajes, o en las ascéticas meditaciones de
Tierranegra, del 94.
Este nuevo libro, Carama, a diferencia de aquellos,
que eran colecciones de poemas individuales,
de cuyo conjunto se desprendía la atmósfera de ese mundo,
es un extenso poema narrativo sobre la historia de
San Fernando de Apure, una crónica real e imaginaria,
y también la elegía de una ciudad
Desde un presente árido y fragmentado, atizado por el
sentimiento de desarraigo, se emprende un viaje
hacia el pasado, hacia un paisaje perdido,
hacia un mundo que ya no existe; pero que la memoria y
la imaginación intentan recrear, hacer presente.
¿Y qué encuentra el viajero?
Una trifulca en un bar y un crimen, un arpa pisoteada.
Un suicidio y la carta del suicida.
Un asesinato y la veganza más cruel que el mismo asesinato.
No uno, sino varios naufragios de vapores entre los remolinos,
las aguas encrespadas del río Apure: el Socorro, el Masparro
(¿qué debemos hacer con sus restos?).
Y los náufragos devorados por los caimanes que surgen
de lo profundo.
Y los gritos ahogados bajo el agua, que el río arrastra en su curso.
Luego, el viajero, en su viaje de vuelta, del pasado remoto a uno
más reciente, es testigo del misterioso, grave ritual de las
peleas de gallos, entre los gritos de los apostadores.
Súbitamente, un eclipse lunar confunde todo, y ya no se
sabe bien qué es pasado y qué es presente,
quién está vivo y quién muerto.
"Carama" llaman a los árboles derribados por los ríos,
que se entrelazan y sobresalen en los bajíos del cauce.
Así también, en la narración de estas "historias esenciales",
se trenzan los muertos, los caídos, y forman los nudos
de la trama del libro.
Articular en una unidad esas historias, decantarlas
en un poema, supone desentrañar el sentido de esas muertes.
Quizás el paisaje perdido esté perdido, quizás
ese mundo ya no exista, pero aquí, por obra de una escritura,
es real, mientras dura el poema.
"Todo era afinar la voluntad y el oído".
Fuente: Carmelo Chillida, 2000.